Mayaguel
es avatar de Tlazolteotl, “la anuncia”, por lo que en el temazcal, en
el útero que conecta el tlexico u ómbligo de fuego, con la boca de
entrada del temazcal, en ese espacio se coloca a una tortuga,
recordandonos a Mayaguel, la Diosa de los cuatrocientos pechos, la que
amamanta la vía láctea.
Todos estos conceptos son congruentes, tienen conectividad, la armonía misma de la naturaleza.
Lolita Vargas Malinalticitl
Todos estos conceptos son congruentes, tienen conectividad, la armonía misma de la naturaleza.
Lolita Vargas Malinalticitl
Para mayor información, buscar el tema de Mayahuel
por la maestra Ma. de los Angeles Ojeda
por la maestra Ma. de los Angeles Ojeda
Mayahuel
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Foto: Fig. 9
La
fertilidad exuberante y la opulencia relacionadas con la plenitud vital
que resalta y amplifica la vida, tanto la humana como la agrícola,
también tuvo su modelo divino. Corresponde al campo de acción de
Mayahuel, “la de la planta del maguey” tales propiedades. De esta madre
arquetípica se dice que tenía 400 pechos -innumerables- con los que
simbolizaba su poder nutritivo, por lo cual los dioses la transformaron
en maguey a causa de su fertilidad(51). Del poder que tenía para
reproducir la vida y aumentarla.
Su principal elemento iconográfico es la planta del maguey en plena
inflorescencia. En la mayoría de sus imágenes la diosa está dentro de la
planta o al lado de ella; y como avatar de Tlazolteotl aparece en la
lámina 9 del Códice Laud (fig. 9) con pechos plenos, las piernas
abiertas en posición de parto y sentada sobre una tortuga; en este caso
se califica como Ayopechtli “la que tiene su asiento o sede sobre la
tortuga”; que en el contexto mexica fue la protectora del parto, “de los
vientres maduros que se hacen vida”(52). |
Foto: Fig. 10
Este
carácter prolífico que envuelve a Mayahuel lo podemos encontrar
gráficamente en la simbología que ostenta en la lámina 16 del Códice
Borgia (fig. 10), donde amamanta a un pez como signo de fecundidad, de
abundancia, invocando la fertilidad amplificada. Los peces tienen la
connotación de ser prolíficos en su reproducción. Respecto a la imagen
de la diosa, ésta se muestra con los brazos a los lados semiextendidos.
La parte de arriba del torso está de frente y la de abajo de perfil,
solución plástica que nos permite observar sus pechos plenos y los
pliegues en el vientre, lo cual indican su reciente parto. Así queda,
pues, plenamente identificada la Gran Madre nutricia y fecunda.
Asimismo, el torso semidesnudo no representa obstáculo para que el
tlacuilo deje constancia de los delicados y no menos bellos ropajes y
ornamentos. Lleva dos collares, uno de oro y otro de mosaico de turquesa
adornados con cascabeles redondos áureos.
Su quechquemitl armoniza con su cueitl, ambos con la representación
del agua, ribeteados con caracolillos, simbología acuática que alude el
carácter fértil del numen. En el pelo, la banda de algodón sin hilar
ichcaxochitl, con adorno de papel en forma de rosetón; y en la parte
posterior de la cabeza el tocado de plumas preciosas y hojas de la palma
zoyatl, zoyatemalli. Del manto típico de las diosas sólo se puede
observar una pequeña porción abajo del tocado que indica de qué estaba
hecho; en este caso es de piel de jaguar. Los cordones bicolores
rematados en flores, con los cuales se adhería al cuerpo, se pueden
observar abajo del antebrazo izquierdo. |
La
pintura facial es blanca de tiza -como la luz lunar- con hule alrededor
de la boca y dos pequeñas franjas negras paralelas debajo del ojo. La
nariguera en forma de luna yacameztli es de oro, al igual que sus
orejeras en las que se inserta un rollo de algodón. Complementan estos
atavíos sus pulseras de turquesa con cascabeles redondos de oro y sus
sandalias blancas que se sujetan a los tobillos mediante correas de piel
adornadas de piedras preciosas. El color del cuerpo es amarillo de
acuerdo con su carácter de diosa terrestre.
Finalmente, se muestra sentada cobre el icpalli con asiento de piel
de jaguar que se refiere, como hemos relacionado, a la jerarquía y
dominio de las diosas pero sobre todo a su aspecto de madre bienhechora.
La planta de maguey, símbolo que la identifica, el cual de hecho es
ella misma como se indica en el mito, se puede observar en otro plano,
atrás del icpalli, lo que da cierta sensación de profundidad a la
imagen. De esta diosa se tienen siete imágenes, todas ellas con la misma
connotación.Y puesto que Mayahuel es la fuerza que está en el maguey, las mujeres que nacían en el signo que presidía, tochtli, “conejo”, en el día ome tochtli “dos conejo” serían afectadas por el líquido fermentado del maguey, el pulque(53). |
Por
otra parte, existe una asociación clara entre la mujer y el pulque en
los códices. Conviene destacar en este punto que Mayahuel fue la
inventora del proceso para sacar el pulque del maguey: “era mujer que
comenzó y supo primero agujerear los magueyes, para sacar la miel de que
se hace el vino, y llamábase Mayahuel”(54). Conocemos el término con el
que se denominaba a los hombres que efectuaban esta actividad:
Tlachiquero, ignoramos como se designaba a la mujer.
Está claro que, dentro de los elementos simbólicos del numen están
aquellos invocadores de la fertilidad amplificada, la abundancia; además
le corresponde el arquetipo de la madre nutricia. Ahora bien, derivado
de lo anterior entendemos la simbología selénica de Mayahuel, que nos
remite -como en el caso de Tlazolteotl- a la idea del ritmo en la
fisiología de la mujer y en la fertilidad de la vegetación cuya fuerza o
poder emana de la divinidad solidarizada con la luna. |
Fuente: María de los Ángeles Ojeda Díaz y
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